Verás, lo fácil es pensar mucho y decir mucho, pero hacerlo... ese es otro cantar
Constantemente estamos pensando en hacer muchas cosas, o hablamos de ello
Pero cuando llega el momento de la verdad, upssssss, nos saltamos los límites
Por ejemplo. El exceso de cualquier cosa es malo para el organismo. Eso es así. Todo el mundo lo sabe
Si tomamos mucha azúcar, algo malo pasará, seguro
Lo sabemos, peeeeeeero, como veamos un pastelito con buena pinta o una tartita recién elaborada en una pastelería, ufffffff, ¿limites? ¿eso qué es?
Estamos continuamente bombardeados con el azúcar y es difícil escapar a su consumo
Pero, ¿porqué es difícil? ¿qué nos hace consumir en exceso azúcar si sabemos que nos daña?
¿Quizás la publicidad tenga algo que ver?
¿O la alta disponibilidad de productos con azúcar?
¿Puede ser que provoca adicción y nos engancha?
¿Por la costumbre de tomar productos con azúcar?
Estas preguntas son las "oficiales", las que no nos permiten solucionar nada de nada, porque nada de eso depende de nosotros
¿Entonces?
Pues verás, si te fijas en tí y tomas consciencia de que vida nada más tienes una y es más gozosa vivirla con salud que sin ella, y además sabes que el azúcar en exceso hace daño, pues hasta un niño puede decir lo que hay que hacer con el azúcar
Eso implica el quererte mucho y el dedicarte tiempo a tí mismo, algo casi prohibido en esta sociedad moderna
Venga, te he explicado el truco del almendruco para que te cuides y tengas una vida más gozosa, así, sin muchos rodeos
Ahora que vas a hacer, ¿pensar en ello? ¿hablar de ello? o sencillamente hacerlo
Tu eliges