Ayer me contaron historias de dominación, eso que hacemos los humanos para acallar nuestros miedos

Pensé sobre ello un buen rato y volví a ver como una persona sin límites era avasallada por otra que tampoco tiene límites

En esta ocasión, yo escuché a la víctima, a la perdedora, a la machacada

Su rabia y su ira era vomitada en cada frase

Nuevamente vi que la vilipendiada no podía ni quererse a sí misma y mucho menos prestarse un poquito de atención

La parte dominante del asunto, no dejaba de arremeter una y otra vez contra la dominada, en un intento de tomar el control total sobre la vida de esta

Y de nuevo, la imposibilidad de alejarse de aquello que te infringe dolor, volvió a dejarme perplejo

¿Qué impide a una persona maltratada romper la relación con la maltratadora?

Puede ser el miedo que paraliza la ruptura...
O quizás la dependencia emocional que hace sentir a la persona maltratada que no puede vivir sin la maltratadora...
A lo mejor el aislamiento social que infringe la maltratadora produce miedo a la soledad...
La esperanza de que las cosas cambien tras las promesas de cambio que realiza la maltratadora...
El no valorarse a sí misma, hace que el maltrato sea aceptado porque la maltratada no se merece nada más...
La luz de gas que confunde a la víctima y no se siente como tal...
La falta de independencia económica...
El sentimiento de culpa de la persona maltratada que finalmente ha creído que merece el maltrato...

Seguramente sea una mezcla de todos estos motivos y alguno más
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Pero ¿qué nos lleva a esa situación de maltrato?

En grandes palabras, no estar pendientes de nosotros mismos. Centramos nuestra atención en el exterior, pero apenas la centramos en nuestro interior

Como no centramos nuestra atención en nosotros, no conocemos nuestros límites en una relación, y claro, si no sabes donde están tus límites, tampoco sabes cuándo alguien los rompe
Seguramente tu intuición te avise de que algo no va bien, pero como no centras la atención en ti, no percibes esas señales de alerta temprana
Tus miedos y tu educación te impiden establecer límites en la relación y por tanto la otra persona no conoce dichas limitaciones
Una comunicación pobre, con muchas lagunas, con muchas cosas que decir que no se dicen, con mentiras, no favorece el establecer límites. Si no prestas atención a tu comunicación no puedes darte cuenta de esto
El empobrecer tus conexiones sociales hace que veas las vida siempre a través del mismo cristal y quizás, a pesar de que te prestas atención, no analizas bien los datos. Cuidado, algo malo puede pasar
Si desconoces los diferentes tipos de abuso, no podrás identificarlos y ver si te los están aplicando. Necesitas informarte para analizar sanamente la información que percibes de ti mismo

Es increíble como dedicamos muchísimo tiempo a cosas externas y casi nada a nosotros mismos
Vivimos despistados, aturdidos, adormecidos...

Demasiadas pocas cosas nos pasan...

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