Juan era un programador informático que vivía para su trabajo. Pasaba horas y horas frente a la pantalla, sin apenas descansar ni relacionarse con nadie. Su vida era una rutina monótona y aburrida, pero él no se daba cuenta de que estaba enganchado al trabajo.

María era una joven que soñaba con convertirse en escritora. Le encantaba leer y escribir historias de todo tipo, pero sobre todo de fantasía y ciencia ficción. Su mayor ilusión era publicar un libro y compartir su imaginación con el mundo.

Un día, Juan recibió un correo electrónico de su jefe, en el que le comunicaba que había sido despedido por bajo rendimiento. Juan se quedó en shock, sin saber qué hacer ni cómo reaccionar. Se sintió vacío, perdido y sin sentido.

Ese mismo día, María recibió una llamada de una editorial, en la que le anunciaban que habían aceptado su manuscrito y que querían publicar su novela. María se puso eufórica, sin poder creerlo ni contener su alegría. Se sintió realizada, feliz y con propósito.

Juan decidió buscar ayuda profesional para superar su adicción al trabajo. Acudió a un psicólogo, que le hizo ver que su trabajo no era lo único importante en la vida, y que debía cuidar de su salud física y mental, así como de sus relaciones sociales. Juan empezó a hacer ejercicio, a salir con amigos y a buscar nuevas aficiones.

María decidió celebrar su éxito literario con una fiesta en su casa. Invitó a sus familiares, amigos y conocidos, entre los que se encontraba Juan, un antiguo compañero de clase al que hacía años que no veía. María y Juan se reencontraron y se pusieron al día de sus vidas.

Juan se sintió atraído por la personalidad creativa y optimista de María. María se sintió intrigada por la historia de superación y cambio de Juan. Ambos descubrieron que tenían mucho en común, y que se complementaban a la perfección.

Así comenzó una historia de amor entre dos personas que habían seguido caminos muy distintos, pero que se habían encontrado en el momento justo. Una historia que les enseñó el valor de la pasión, la perseverancia y el equilibrio. Una historia que les hizo felices.

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